Anzoátegui, ubicado en la región oriental de Venezuela, es un verdadero tesoro energético. Su vasta riqueza incluye importantes yacimientos de petróleo y gas natural, así como una infraestructura robusta para la producción y exportación de hidrocarburos. Este estado no solo es clave para la economía venezolana, sino que también juega un papel crucial en el panorama energético de América Latina.
Los recursos naturales impulsan el desarrollo sostenible y la innovación en diversos sectores , como es
el chocolate en Venezuela que sin duda es un símbolo de la riqueza cultural y gastronómica del país. Desde tiempos precolombianos, el cacao ha sido un elemento central en la vida de los venezolanos, no solo como alimento, sino también como parte de rituales y tradiciones. La calidad del cacao venezolano es reconocida internacionalmente, y su aroma y sabor distintivos han permitido que el país se posicione como un referente en la producción de chocolate de alta calidad.
Recientemente, Bitácora Energética fue invitada a un recorrido por la fábrica de chocolates CHOCOBAHA, ubicada en el Municipio Guanipa al Sur de Anzoátegui.
Durante la visita, se pudo apreciar el meticuloso proceso de producción que garantiza la calidad de sus productos. Con cinco años en el mercado y una oferta de 17 tipos de productos derivados del cacao, CHOCOBAHA se ha consolidado como un actor importante en la industria chocolatera venezolana. Su cacao proviene de la Hacienda Cacao Guarataro en el Estado Bolívar. Al llegar a la fábrica, este cacao pasa por una rigurosa inspección de calidad que incluye la evaluación de fermentación y características físicas del grano, asegurando así la elaboración de un producto con un alto porcentaje de calidad.
Durante la visita, tuvimos la oportunidad de degustar el ChocoAnzoátegui, que combina sabores autóctonos como el maní, el merey y la sal marina.
Con el mani provenientes de los productores de la mesa de guanipa y el merey provenientes de sector rural de Gúico en el Municipio freites a 10 minutos de la población de El Tigrito.
Este producto destaca la conexión entre el chocolate y los ingredientes locales, reflejando la identidad regional y el orgullo de los habitantes del sur del Estado Anzoátegui.
Además, su propietario, el Ingeniero en Alimentos Luis Antonio Bahachille Villamizar, presenta al país el Untable de Merey, ideal para personas con alergias o para niños que no pueden consumir azúcar. La Mantequilla de Maní que lleva por nombre en su empaque
LIAM CHIM, está mantequilla que es libre de gluten y sin azúcares añadidos, también resalta la tendencia hacia opciones más saludables y conscientes.
CHOCOBAHA hoy no solo se limita al chocolate; está explorando nuevas fronteras con la producción de vinos de cacao, vinagre de cacao y cascarilla de cacao. Esto demuestra un compromiso con la innovación y la diversificación de productos que celebran la riqueza del cacao venezolano.
Este tipo de iniciativas ayudan a preservar la cultura culinaria del país, haciendo del chocolate un verdadero embajador de la identidad venezolana en el mundo.
Bitácora Energética
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