En Caracas, los pacientes con emergencias toxicológicas deben peregrinar entre varios hospitales, debido a la precariedad de los servicios.
Por: Crónica Uno
El Hospital Periférico de Coche, único centro de referencia nacional en esta área, apenas funciona con horarios restringidos y sin laboratorios operativos, lo que obliga a las familias a cubrir gastos de exámenes y a enfrentar largas esperas sin atención especializada inmediata.
El colapso del sistema quedó en evidencia en casos como el de Andrés, un joven que convulsionó por reacción a medicamentos y fue trasladado desde el hospital Pérez Carreño hasta Coche.
Allí debió esperar horas por la llegada del toxicólogo y sus familiares tuvieron que comprar insumos y buscar pruebas en laboratorios privados, donde muchos exámenes ya no se realizan por falta de reactivos.
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Expertos advierten que la crisis se agudiza, porque en Venezuela no existe actualmente formación clínica en toxicología: los posgrados cerraron hace años y la última cohorte de especialistas egresó en 2012.
Sin relevo académico ni presupuesto, los laboratorios permanecen cerrados en hospitales de Caracas y del interior, dejando la atención en manos de consultas parciales y limitadas. La falta de inversión, la escasez de profesionales y la ausencia de datos epidemiológicos mantienen a la toxicología en el abandono.
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