Cuando el senador republicano Bernie Moreno visite Colombia esta semana como parte de una gira por tres naciones de América Latina, será una especie de regreso a casa.
Por AP
El primer senador latino de Ohio, que derrotó a un titular el año pasado con la ayuda del respaldo de Donald Trump, nació en la capital colombiana de Bogotá, y mientras perseguía el sueño americano, siguió de cerca el país a través de sus hermanos mayores que son pesos pesados en la política y los negocios allí.
Moreno, de 58 años, ha surgido como un interlocutor para los conservadores en América Latina que buscan conectarse con la administración Trump.
En una entrevista con The Associated Press antes del viaje, expresó su profunda preocupación por la dirección de Colombia bajo el presidente izquierdista Gustavo Petro y sugirió que podrían ser necesarias sanciones estadounidenses, aranceles más altos u otras acciones de represalia para encaminarla hacia el buen camino.
La reciente condena penal del expresidente Álvaro Uribe, un ícono conservador, fue un intento de silenciar al hombre que salvó a Colombia de la violencia guerrillera, afirmó Moreno. Mientras tanto, la producción récord de cocaína ha dejado a Estados Unidos en una situación de menor seguridad, y a Colombia vulnerable a la descertificación de la Casa Blanca por no cooperar en la lucha contra las drogas.
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