
Mientras crecen las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos por el anuncio del despliegue de buques en el Caribe, y el Gobierno del presidente Nicolás Maduro llama a “defender la patria” a través de la Milicia Bolivariana, varios venezolanos entrevistados por CNN en las calles de Caracas aseguraron que, más que prepararse para un conflicto, la mayoría está inmersa en la rutina diaria: trabajar, hacer diligencias y comprar comida.
Por CNN
A mediados de agosto, CNN reportó los planes de Estados Unidos para desplegar más de 4.000 infantes de Marina y marineros en las aguas que rodean América Latina y el Caribe, como parte de una iniciativa para combatir los cárteles de la droga.
Semanas antes, la admnistación Trump designó al Cartel de los Soles como organización terrorista internacional, y duplicó la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro, a quien señala de ser presunto jefe del cartel.

Caracas ha rechazado estas acusaciones y niega la existencia del Cartel de los Soles, afirmando que esta supuesta organización es una invención de Estados Unidos para justificar posibles acciones en su contra.
Ante anuncio del despliegue de buques y la presión de Washington, Maduro respondió con el despliegue de milicianos en todo el territorio nacional y realizó una convocatoria para unirse a la Milicia Bolivariana. “Ningún imperio va a tocar el suelo sagrado de Venezuela”, afirmó.
“Puro teatro, no hay nada”
Al recorrer las calles de Caracas, no pareciera que la gente esté preparándose para un conflicto, más bien la mayoría de los entrevistados por CNN parecen inmersos en una mezcla de escepticismo y rutina.
Para el abogado Oscar Leal, la movilización no es más que una fachada. “Puro teatro, no hay nada”, responde cuando se le pregunta si siente que hay nerviosismo por el despligue de buques de la Marina estadounidense cerca de las aguas territoriales de su país. “Miedo no hay, ya se perdió hace tiempo”, agrega.
En la misma línea, Gregorio Zambrano, trabajador textil, comenta que la gente “anda normal, caminando, trabajando, haciendo sus cosas” y que no percibe “nerviosismo” alguno.
Gilberto Salas, heladero, reconoce un ligero aumento en la presencia policial, pero confiesa que él no se preocupa porque “cuando las cosas van a suceder, suceden de la noche a la mañana”. Salas prefiere mantener la fe y hace un llamado a trabajar en conjunto para mejorar el país.
Por otro lado, Carlina Chacón, trabajadora del sector financiero, admite que, aunque la calle se ve “normal”, sí existe cierta incertidumbre y desinformación, especialmente amplificada por las redes sociales, que considera a veces exageran la realidad hasta volverla “cómica”.
Durante el fin de semana pasado, el Gobierno organizó jornadas de inscripción para la Milicia Bolivariana. Aunque las calificó como “un éxito”, hasta el momento no ha ofrecido datos concretos sobre la cantidad de inscritos.
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