
La inteligencia militar ucraniana (GUR) anunció esta semana que logró infiltrarse en los sistemas informáticos de las autoridades impuestas por Rusia en Crimea y sustraer miles de documentos clasificados sobre menores ucranianos.
Según informaron desde Kiev, los archivos contienen datos sensibles sobre niños huérfanos o sin tutores legales que fueron colocados en adopción por ciudadanos rusos, en muchos casos de manera ilegal.
Andrí Yusov, portavoz del GUR, calificó el hallazgo como una “información de una valía incalculable” que permitirá documentar lo que considera uno de los mayores crímenes de guerra de la Federación Rusa.
Los archivos ya han sido entregados a las autoridades judiciales ucranianas para su incorporación en las causas abiertas.
“La información conseguida permitirá encontrar y devolver a su tierra natal a los niños secuestrados, y también castigar a los responsables de este crimen”, afirmó Yusov en un comunicado oficial.
Desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, Ucrania estima que al menos 19.500 niños han sido deportados desde los territorios ocupados hacia Rusia o Crimea.
Muchos de ellos fueron registrados como ciudadanos rusos, reubicados en familias adoptivas o enviados a orfanatos bajo control estatal. Kiev sostiene que estas acciones fueron un plan sistemático de deportación, sin el consentimiento de los padres o familiares de los menores, en violación del derecho internacional humanitario.
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