Hundidos como estamos en un magma de noticias realmente perversas cuyo origen está en Gaza; Moscú; Kiev y ahora Tailandia, no nos hemos percatado de la increíble eficiencia del Pontífice Romano Leon XIV. Sin llegar a los tres meses de reinado ya ha tomado un conjunto de medidas que harán de la Iglesia Católica una institución más abierta y transparente; mas cercana a las alegrías y sufrimientos de sus miembros y más eficiente como corporación mundial.
Esas medidas incluyen la suspensión de la excomunión a los fieles divorciados o con inclinación sexual distinta al heterosexualismo. Expidió autorización para que las mujeres diáconos puedan celebrar misa y administrar los sacramentos. Ordenó una restructuración de la organización de la iglesia fortaleciendo la base de la pirámide que son los templos. Estos, de ahora en adelante deberán conformar alrededor de los curas párrocos un comité de fieles locales con la misión de velar por que en cada templo haya capacidad de respuesta a los pedidos de los fieles y para velar por el buen desenvolvimiento moral de cada congregación de manera de identificar tempranamente conductas torcidas y ponerle coto apenas afloren. También ha autorizado a los fieles a que -dentro de la liturgia establecida de la eucaristía- puedan insertar elementos musicales y corales de tinte autóctono según sea la cultura de cada comunidad.
Desde el punto de vista de la estricta gerencia de la Iglesia las medidas adoptadas por Leon XIV insertan en la estructura institucional un conjunto de principios de gestión destinados a incrementar la transparencia, la eficiencia y la rendición de cuentas al tiempo que acercan esas estructura a los fieles, En este terreno la prioridad se le ha otorgado al centro financiero Vaticano, Leon XIV acaba de suspender el secreto del Banco Vaticano. En 90 días todas las cuentas se harán públicas así como el origen de los fondos y el uso que se le da a los dividendos. También ordenó iniciar la elaboración de un catalogo de venta de las propiedades suntuarias con miras a crear un fondo de asistencia a las diócesis más pobres. Ha decretado así mismo la apertura de los concilios vaticanos a representantes de otras denominaciones cristianas así como a científicos, ambientalistas y ateos. Los cardenales podrán regresar a sus diócesis luego de 10 años de mandato si así lo desean y han cumplido con las tareas que se les asignen el día de su elevación. De ahora en adelante, los conclaves para elegir al Sumo Pontífice no serán a puertas cerradas. A ellos podrán asistir- sin derecho a voto- miembros de las diócesis. Se eliminan los títulos nobiliarios expedidos por el Vaticano y se cambia el titulo del Pontífice Romano de Vicario de Cristo a Servidor de Cristo. Finalmente ha dicho Leon XIV que continuara la misión iniciada por Paulo VI destinada a alcanzar el entendimiento entre iglesias para trabajar unidas por la paz y en la unificación de la Iglesia Católica con otras denominaciones cristianas.
En materia de comunicaciones, convocó al auditórium de la Basílica de San Pedro a 1000” influencers” para estudiar formas modernas de comunicación y absorberlas en las operaciones del Vaticano. En la convocatoria les indico que deseaba que se constituyeran en “Misioneros Digitales”. Así siembra la semilla de la fe en las nuevas generaciones al tiempo que les asigna la tarea de atraer a sus congéneres hacia la fe de Cristo
Con este paquete de medidas el Papa Leon XIV hace gala a su nacionalidad y a su formación. Habiendo nacido en Estados Unidos lleva dentro de su ADN el espíritu emprendedor que inspiro a un grupo de colonos hace muchos siglos a crear la única democracia liberal del mundo. Como matemático conoce perfectamente los puntos de equilibrio de cada sistema y las medidas están dirigidas casi con precisión quirúrgica a afectar los puntos de equilibrio de la iglesia católica.
En el Vaticano no había ocupado la silla de San Pedro un ser tan emprendedor, visionario y eficiente desde la época del Papa Julio II.
De tener éxito se convertirá en el papa mas reverenciado por la humanidad luego de su predecesor homónimo el Papa Leon XIII a quien le correspondió aggiornar a la Iglesia Católica a los tiempos de la Revolución Industrial Desde mi punto de vista, Leo XIV garantizará la vida de la Iglesia Católica por unos cuantos siglos.