Una mujer llamada Lindsey, quien prefirió solo usar su primer nombre por miedo a represalias contra ella y su familia, denunció que los migrantes recluidos en la cárcel Alligator Alcatraz de Florida, Estados Unidos, son sometidos a condiciones “inhumanas”.
La ciudadana trabajó durante una semana en el centro, pero fue apartada de sus funciones debido a que contrajo covid-19. En su testimonio, ofrecido a la cadena de noticias Telemundo, describió el sitio como “una perrera sobredimensionada” debido a que cada tienda tiene alrededor de 300 detenidos.
“No tienen luz solar y no hay un reloj allí. Ni siquiera saben qué hora del día es. No tienen acceso a duchas. Se bañan cada dos días o cada cuatro días. El agua se filtra por las tiendas cada vez que llueve, sin mencionar la cantidad de mosquitos que hay en el sitio”, expresó Lindsey.
También denunció que los empleados de Alligator Alcatraz trabajan en condiciones precarias, ya que deben utilizar baños frecuentemente atascados, tanto por la alta afluencia de personas como por la falta de mantenimiento en las instalaciones.

Telemundo corroboró el testimonio de Lindsey como empleada del lugar al presentar su credencial emitida por el Estado de Florida, en la que figura como “oficial de correcciones”, junto con una copia de su contrato con GardaWorld Federal Services, una empresa de seguridad que presuntamente opera como proveedor de servicios en Alligator Alcatraz.
La denuncia coincide con la de otros familiares de detenidos, quienes han señalado que las personas trasladadas a este centro de reclusión se encuentran bajo condiciones precarias.
El 9 de julio, una mujer guatemalteca de 36 años de edad, quien no fue identificada y enfrenta una orden de deportación, afirmó que su esposo, también guatemalteco y de 43 años, aún no ha tenido acceso a un abogado desde que fue detenido y posteriormente llevado a esta instalación.
“Hay demasiados mosquitos. Está en muy mal estado. A veces se va la luz porque usan generadores. Los detenidos están en tiendas de campaña y hace mucho calor. Están en malas condiciones. Tampoco hay suficiente comida. Cada vez que le pregunto por su situación, me dice que es muy mala”, comentó la mujer para la cadena de noticias CNN.
Sobre Alligator Alcatraz

La prisión fue instalada en el antiguo Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, un aeródromo abandonado situado dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, en el suroeste de Florida, y colindante con el ecosistema de los Everglades.
El centro de detención se construyó en solo una semana en un aeropuerto antes abandonado entre los Everglades, zona natural al oeste de Miami rodeada de caimanes y pantanos, por lo que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, lo ve como ejemplo para otros centros mientras activistas lo consideran ícono de violaciones a derechos.
“Este campo de detención de los Everglades es un ejemplo atroz de la sobreactuación del gobierno ahora donde están buscando, mediante sus excesos, construir estos campos de detención en expansión”, dijo a EFE Jeff Migliozzi, director de comunicaciones de Freedom For Immigrants, que lucha contra las prisiones migratorias.
Abogados también han denunciado que existe una “falta de transparencia” del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pues sus estadísticas no muestran la cifra oficial de detenidos, aseguró a EFE la profesora Susan B. Long, cofundadora del proyecto TRAC, que analiza los datos de detenciones migratorias en Estados Unidos.
“Están reteniendo a personas en Alligator Alcatraz en Florida que no aparecen en el listado (en las estadísticas de ICE) y existen todos estos reportes de la prensa sobre cómo están manteniendo a personas ahí”, expuso Long en una entrevista.
Asimismo, datos obtenidos por los medios estadounidenses Miami Herald y Tampa Bay Times sostienen que al menos 250 extranjeros que están en esa cárcel no poseen antecedentes penales y solo son acusados por “infracciones migratorias”.
Exigieron el cierre inmediato de lugar

Familiares y representantes de organizaciones defensoras de los derechos de personas migrantes respaldaron la demanda presentada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) contra el gobierno de Donald Trump, en la que se exige el cierre de Alligator Alcatraz debido a la falta de acceso al derecho a una defensa legal y al debido proceso.
“Lo único que pido es que cierren esto lo antes posible, ya que esto no es para humanos”, comentó uno de los activistas.
Entre las peticiones, está el desalojo inmediato del centro de detención, el monitoreo de salud a todos los detenidos, las evaluaciones médicas para los ya liberados y el acceso completo a abogados.
María Asunción Bilbao, coordinadora de campañas en Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC, por sus siglas en inglés) en Florida, pidió “el cierre de esta instalación y que dejen de perseguir a la gente como la están persiguiendo”.
“Es una cacería y cuando están hablando de criminales es mentira. O sea, yo soy organizadora comunitaria y recibo llamados todos los días: son papás, son mamás, son sus vecinos, es la persona que les cuida a sus hijos, a cualquiera le puede suceder en este momento”, denunció Bilbao.
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