
El expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol ha conseguido evitar una nueva orden de arresto al quedarse en calzoncillos en mitad del centro de detención cuando los investigadores se disponían a ejecutar la detención para someterle a un interrogatorio en un caso de tráfico de influencias que se suma a la macroinvestigación a la que está siendo sometido a raíz de su fallida declaración de ley marcial a finales del año pasado.
Por Europa Press
Yoon ha aprovechado la circunstancia de que los investigadores especiales tenían prohibido hacer uso de la fuerza para que el traslado fuera lo menos traumático posible. En su lugar, «el sospechoso se negó obstinadamente a ser arrestado mientras yacía en el suelo sin siquiera usar una bata de hospital», ha indicado el fiscal especial Oh Jeong Hee en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
El expresidente, ha indicado, no mostró ninguna intención de cooperar en absoluto, y se dedicó a interrumpir constantemente las declaraciones de los investigadores mientras permanecía tendido en el suelo, en ropa interior y con una camiseta sin mangas. «Ejecutar una orden de arresto no es un proceso de persuasión, pero considerando que es un expresidente, le recomendé que la cumpliera voluntariamente», ha añadido el fiscal.
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