
Desde que salió de la Casa de Nariño, al final de su segundo mandato en 2010, el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha seguido desde la trinchera el juicio a varios de sus subalternos. Uribe Vélez pasó buena parte de su administración, las dos campañas presidenciales siguientes y seis años como senador, defendiendo a por lo menos una decena de exfuncionarios de alto nivel que han sido declarados culpables por delitos que cometieron durante su Gobierno y que, de una u otra manera, podrían haber favorecido su proyecto político.