La Brigada de Investigaciones Especiales y Antisecuestros (BIPE) de la PDI Metropolitana, liderada por el subprefecto Hassel Barrientos, realizó un operativo en Renca y Estación Central, Chile. En la diligencia coordinada, se detuvo a cuatro personas: dos chilenos y dos venezolanos en condición migratoria irregular. De acuerdo con los antecedentes, los individuos participaron en al menos dos secuestros extorsivos entre el 8 y 11 de agosto de 2025.
Por Antonio González | Radio Bío Bío
Dos de los detenidos, ambos de nacionalidad chilena, quedaron en prisión preventiva tras su formalización este martes 12 de agosto. Los otros dos serán formalizados este miércoles.
Además, las autoridades vinculan a tres de los arrestados con el secuestro del exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, quien habría estado cautivo en el mismo inmueble de Renca.
Las investigaciones condujeron a una casa de cautiverio en la comuna de Renca. Allí, las víctimas realizaron transferencias bancarias forzadas antes de ser liberadas. El subprefecto Barrientos confirmó que “conforme a las primeras diligencias, nos arroja un domicilio de interés criminalístico, el cual fue irrumpido el día de hoy”.
En el lugar, las autoridades hallaron “distintos elementos que aportan directamente a la investigación“, según detalló el Subprefecto. Entre las evidencias figura una falange humana, presuntamente de una víctima, actualmente en peritaje en el Servicio Médico Legal.
La Fiscalía del Equipo Contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) confirmó que el inmueble se usó para múltiples secuestros, incluyendo uno ocurrido el 11 de agosto en La Florida. En ese caso, la víctima sufrió transferencias bancarias bajo coerción antes de ser liberada.
Durante el allanamiento simultáneo, los equipos incautaron teléfonos celulares robados, vestimentas y “evidencia biológica”. El subprefecto Barrientos precisó que “conforme a las imágenes que estos sujetos comunican con sus víctimas en cautiverio, se estableció fehacientemente este lugar como casa de tortura”. Los dispositivos móviles revelaron que la banda operaba múltiples delitos, desde extorsión hasta robo.
Respecto de las víctimas recientes, una permaneció cautiva 70 horas tras ser secuestrada en Cerro Navia el 8 de agosto. Otra, afectada el 11 de agosto, estuvo retenida solo cuatro horas, pero fue obligada a transferir dinero y a entregar su vehículo. “La víctima del día viernes tiene lesiones de consideración”, confirmó el fiscal Milibor Bugueño.
El modus operandi incluía agresiones físicas y amenazas para forzar pagos. Las autoridades mantienen contacto con las víctimas liberadas, cuyas identidades se mantienen bajo extrema reserva.
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